martes, 13 de septiembre de 2011

"Tabaquismo"

De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), el tabaquismo es una dependencia a la nicotina. El consumo constante de ésta y otras sustancias que entran al torrente sanguíneo con cada inhalación, originan diversas enfermedades. Es, además, una de las principales causas de mortalidad en el mundo, lo que ha contribuido a desarrollar conciencia acerca de su nocividad.

Fumar más que un hábito, es una forma de drogadicción, ya que el consumo de tabaco cumple con todos los criterios que definen al uso de una sustancia como tal: existencia de tolerancia; dependencia; síndrome de abstinencia ante su ausencia; comportamiento compulsivo.

El hábito de fumar genera tres formas de dependencia:
   • Física: provocada directamente por la nicotina, responsable del síndrome de abstinencia.
   • Psicológica: el hábito de fumar se ha convertido en una compañía en diferentes situaciones, y parece imposible cambiar esta relación.
   • Social: el fumar sigue siendo un acto social, se hace en grupos, en reuniones con amigos, y entre los adolescentes tiene muchas veces un significado de rebeldía y de madurez.

La mayoría de los fumadores tiene dificultad para abandonar el hábito, porque son adictos a la nicotina. Uno de los principales problemas que enfrentan quienes deciden dejar de fumar es el síndrome de abstinencia, cuyos síntomas más frecuentes son la irritabilidad, somnolencia, fatiga, dificultad para concentrarse, trastornos del sueño, aumento de peso, urgencia de fumar. La mayoría de estos síntomas alcanzan su máxima intensidad entre 24 a 48 horas luego de la cesación y van disminuyendo lentamente en un período de 2 a 4 semanas.
Los consumidores corren el riesgo de contraer cáncer de pulmón, enfermedades coronarias y la posibilidad de muerte por otras causas vinculadas con el tabaco. Existe una relación dosis–respuesta, de modo que el riesgo aumenta de acuerdo con el número de cigarrillos diarios, el tiempo de exposición y la edad de inicio.

Se debe informar que no hay diferencia entre el daño que se produce en el fumador activo y el pasivo. En estudios realizados los niveles encontrados de humo de tabaco para el conjunto de la ciudad fueron altos lo que constituye un riesgo para la salud.
Hay que despertar la conciencia sobre todo en la población blanco, es decir los niños y jóvenes que la industria tabacalera invierte cada año sumas millonarias en promover el consumo de tabaco. Reconocer que es la única beneficiaria de dicha adicción.

Reflexionar que el consumo del tabaco produce en la Argentina cuarenta mil muertes anuales. Los gobiernos deben poner en marcha medidas enérgicas para combatir la epidemia de tabaquismo, apartar a los niños del tabaco, proteger a los no fumadores y proporcionar a los fumadores la información necesaria sobre los efectos del tabaco en la salud y ofrecerles un tratamiento efectivo para el abandono del mismo.
LA ÚNICA FORMA ES LUCHAR TODOS JUNTOS POR UNA POBLACIÓN SANA, PRODUCTIVA Y LIBRE DE HUMO.


"Todo lo puedo en Cristo que me fortalece"
Filipenses 4:13.

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