martes, 22 de noviembre de 2011

"Esperanza"

Cuando todo parece terminarse y el panorama es de lo más oscuro, cuando la vida parece haber perdido su significado y no hay más nada que hacer; cuando nos sentimos acorralados por fuerzas superiores a las nuestras, surge la esperanza como recurso final para encontrar un nuevo rumbo, levantar la frente y continuar hacia adelante y renovar los esfuerzos para cumplir con la misión asignada por la vida.
La esperanza es un detonante. Cuando la tenemos se desencadena en nosotros un deseo de luchar, un ánimo especial para afrontar cada una de las actividades cotidianas, incluso las más difíciles. Ella nos permite adquirir el fuerte deseo de seguir adelante cuando nuestras fuerzas nos abandonan y la voluntad necesaria para renunciar a nuestros sueños aún cuando el camino es una cuesta casi imposible de remontar
La esperanza nos inspira, además, a una vida de pureza y a la perseverancia…es decir a recuperar el equilibrio después de cada tropezón o a levantarse después de cada caída.
La esperanza sana el alma desalentada y con seguridad será una amiga fiel que nunca nos abandonará ni desilusionará. Por eso debemos buscarla, crearla, apegarnos a ella y defenderla de quienes por haberla perdido intentan desacreditarla.
La esperanza es el puente que nos tiende Dios cuando el viento sopla en contra y los obstáculos nos impiden ver su gloria. Es el recurso final que el Creador pone a nuestra disposición cuando parece que no tuviéramos ningún recurso a nuestro alcance
 
"Diré yo a Jehová: Esperanza mía, y castillo mío; mi Dios en quien confiaré".
Salmos 91:2.
 

martes, 15 de noviembre de 2011

"Adicciones"

Un importante problema en la sociedad de nuestros días es que el consumo de drogas es un hecho real que genera múltiples consecuencias y se genera principalmente en la juventud.
Los motivos principales de la drogadicción son el miedo al dolor y el ansia de bienestar.
Al comienzo se produce una pasajera sensación agradable, de euforia pero al cabo de un corto tiempo, la euforia desaparece y se presenta el deseo de ingerir una nueva dosis. Se origina así un circulo vicioso en que el adicto necesita satisfacer nuevas necesidades y, como las células de su organismo se van habituando y, por fin, entra la dependencia, es decir, ya esta dominado por la droga.
El organismo manifiesta diversos grados de adaptación a las drogas.
Las drogas modifican la personalidad de tal modo que el adicto se despreocupa por su trabajo, se aleja de su familia y de sus amigos además para sentirse comprendido, busca compañía en otros individuos en su misma situación.
Sus rasgos más notables son la inseguridad, la soledad y la desconfianza.
El uso indebido de una droga provoca en el individuo un deterioro cada vez más serio que puede llevarlo a la muerte. Lo más habitual es que una sobredosis, es decir una cantidad excesiva, provoque la muerte pero hay que gravarse que todos los caminos de la droga, violencia, locura, sobredosis, SI DM, conducen a la muerte.
Producen daños cerebrales, dado que las drogas afectan a las neuronas y una célula nerviosa o neurona que se destruye no puede ser reemplazada

LAS DROGAS IMPLICAN UNA RENUNCIA DEL HOMBRE A PENSAR, A QUERER Y ACTUAR COMO PERSONA LIBRE.

"Cristo nos libertó para que vivamos en libertad. Por lo tanto, manténgase firmes y no se sometan nuevamente al yugo de esclavitud". Galatas 5:1.


martes, 8 de noviembre de 2011

"ADOLECENTES"

Sabes lo que desean los adolescentes más jovencitos? (13 a 15 años) Su mayor deseo es un hogar feliz. Ni siquiera éxito en el colegio; ni aún éxito en los negocios o en una carrera. Es interesante saber que los varones desean esto con más intensidad que las chicas.
Lazos familiares más estrechos e íntimos es lo que desea el 86 % de los adolescentes. El 90 % de las muchachas jóvenes desean lo mismo, sobre un 82 % de los jóvenes varones. Un 74 % de los adolescentes cuyos padres están divorciados dicen que sus padres no pusieron empeño en mantener el matrimonio. ¿Puede sorprendernos entonces el hecho de que el 75 % de los jóvenes piense que es muy fácil divorciarse?
Cuando los padres que se están divorciando preguntan a sus hijos: "¿Tú deseas que nosotros continuemos nuestra penosa situación por amor a ustedes?", la respuesta es invariablemente la misma: "¡Sí queremos!". Los adolescentes de hoy desean pertenecer a una familia amorosa, unida y permanente.
Relaciones permanentes
Cuando los padres se aman sinceramente el uno al otro, el adolescente se siente completamente seguro. Los jóvenes de hoy buscan relaciones que duren para siempre. Están clamando por hombres y mujeres que sean modelos en el amor, el matrimonio, la fidelidad, el sexo y la familia. Están buscando desesperadamente relaciones significativas. Una de las más grandes cosas que los padres pueden hacer por sus hijos, es amarse uno al otro, y hacérselos saber. Sin embargo, aunque todos los jóvenes desean relaciones permanentes, pocos tienen éxito en hallarlas. Es que una cosa es desear algo y otra cosa es saber cómo conseguirla. Si los padres no le dan el modelo correcto, los adolescentes no saben cómo tener una relación permanente, y por otro lado, aprenden cómo tener malas relaciones. Jesús dijo que un discípulo no es más que su maestro (Lucas 6:40). En otras palabras: "De tal palo, tal astilla".
Afecto
De acuerdo a una encuesta efectuada por la revista "Seventeen" (Diecisiete), la mayoría de las chicas desean más afecto que "sexo". La mayoría de las adolescentes creen que la relación sexual es menos importante que el noviazgo y la amistad. Ellas desean pasar el tiempo con un joven que sea amable, y en quien puedan confiar. 
Para las personas jóvenes, y para todos, el primer paso hacia una vida sana y plena, es una vida cambiada por su relación con Cristo.

Hijo mío, no te olvides de mi instrucción, y guarde tu corazón mis mandamientos; porque abundancia de días y años de vida y bienestar te aumentarán. No se aparten de ti la misericordia y la verdad; átalas a tu cuello. Escríbelas en las tablas de tu corazón, y hallarás gracia y buena opinión ante los ojos de Dios y de los hombres. Confía en Jehová con todo tu corazón, y no te apoyes en tu propia inteligencia. Reconócelo en todos tus caminos, y él enderezará tus sendas. Proverbios 3:1-6.